1. No hay sorpresas, tienen su tamaño definitivo
2. No requieren atención constante como los cachorros
3. Su personalidad ya esta definida, ya se tiene más información de cómo es, qué el gusta y qué no, y sobre que conductas trabajar si necesario
4. Menos complicaciones: sus pisos, zapatos, muebles y jardín no sufrirán (o sufrirán menos...)
6. No necesitan tanta actividad física
7. El aprendizaje es más rápido
8. Son más tranquilos y agradecidos
9. Tal vez seas su última oportunidad
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