Muchos animales esperan un hogar estable mientras sobreviven como pueden, la mayoría de las veces en muy malas condiciones, por calles, en refugios y perreras ¿Precisas razones para convencerte de que es mejor adoptar que comprar?...
- Los animales que viven en la calle pasan miedo, están desorientados, sufren frío y calor, hambre y sed, vagan asustados buscando algún lugar donde guarecerse; en ocasiones son agredidos por gente sin escrúpulos y como no saben de quién pueden fiarse, caminan atolondrados, huyen cuando alguien, a veces con buenas intenciones, se les acerca, acabando muchas veces bajo las ruedas de algún vehículo y sufriendo crueles agonías cuando los que los atropellan ni siquiera se detienen a auxiliarlos.
- Los animales recogidos en perreras o refugios están a salvo de agresiones y atropellos, pero normalmente se amontonan, hacinados, sin suficiente espacio ni comida y por supuesto, sin el amor de una familia y los mimos y atenciones de la misma.
- Los animales adoptados saben reconocer quién les salvó la vida y les dio el calor de un hogar, por eso son muy fieles y te estarán agradecidos hasta el fin de sus días y tú, cuando te miren a los ojos, te sentirás doblemente satisfecho, sabiendo que las caricias y el cariño que les das, quizá nunca los hubieran tenido.
- Los criaderos son fábricas de perros que contribuyen a aumentar el censo de la población canina, ya demasiado saturada por falta de medidas preventivas, y los perros nacidos en criaderos, ocupan un lugar que podría salvar a los que esperan impacientes una oportunidad. En el mejor de los casos, si son criadores serios y responsables, tratan bien a los animales, pero en muchas ocasiones sólo les interesa el rendimiento económico, y por ello explotan a las hembras que acaban destrozadas de tanto parir, desnutridas, llenas de tumores y desatendidas desde el momento que ya no sirven para procrear; las crías que no son perfectas y aptas para su venta sin ningún “defecto”, son igualmente sacrificadas.
Los criaderos constituyen siempre un comercio de seres vivos y una competencia para los perros abandonados. Cuando compras un perro te conviertes en un engranaje de este siniestro mecanismo. No contribuyas a él. Recuerda:
“UN AMIGO NO SE COMPRA, NI EL AMOR TAMPOCO”
¡ADOPTA, NO COMPRES!