Sin

SIN por los ojos de su adoptante

Casi todo el mundo piensa que su perro es el mejor, en mi caso es verdad.

El día que conocí a Sin me dió mucho respecto, tan grandote y forzudo, seis años y una bocota enorme. Pensé que esa misma noche me comería. Menos mal que Daniela me tranquilizó haciendo notar que pese a su aspecto duro Sin era un perro muy bueno tanto con las personas como con otros perros. no sería el primer perro de mi vida y sabía que la decisión era muy importante, para Sin y para mí supondría cambios y responsabilidades en nuestra vida. Sopesé que tendríamos una semana de pré adopción así que Aupa me lo ponía fácil caso de no congeniar con el animal podríamos tirar marcha atrás. Venga pues Sin a casa y ya veremos lo que pasa.

Porrrrrrrrrrrrr Dios ahora no quiero pensar en vivir sin él. Vivimos 24/7 y lejos de cansarnos de nuestra mutua compañía nos incomoda separarmos el rato de Mercadona, o el de la visita al médico pues a todo lo demás andamos juntos cual Pili y Mili.

Sin tiene un carácter estupendo. Con todos. Humanos y perros mayores y pequeños. Me llena de felicidad verlo disfrutar, es un motivador extraordinario y para colmo un guardián insobornable que acepta contento a los extraños una vez que me ve saludarlos, sino espantaría a la acequia al mismísimo diablo.

Por experiencia y por edad achaco el temperamento de los perros tanto a su herencia genética como al entorno humano que les ha rodeado. Sin vino con má de seis años, los voluntarios de Aupa han sido los obrantes, muchísimas felicidades a tod@s, el amor que Sin me regala vosotr@s los sembrasteis en cada cuidado, en cada paseo, en cada caricia que recibió de vuestra mano. Gracias por vuestro esfuerzo en nombre de perro y humano, ánimo ánimo por siempre, que Dios os ilumine." 

SIN con su nuevo papi!

Su nuevo papá agradece mucho a AUPA por cuidarlo y a sus padrinos que tanto lo llevaron a pasear y sentirse querido mismo estando en una jaula! GRACIAS